Al amanecer
cuando la aurora
despierta
rosados fulgores
sobre los tejados
de la gran ciudad....
las calles vacías
se pueblan de sombras,
que arrastran su inercia
a través del cauce
de la inexistencia
" por comodidad ".
Hombres consumidos
por el loco anhelo
de la posesión
-pobres marionetas
transidas de odio
y de soledad-,
que en su ingenuidad;
van sembrando indiferencia
en los surcos del camino
y al volver por la cosecha
sólo encuentran ansiedad.
Qué ufanos llevan
su anonimato
qué seguros van
libres de su libertad.
Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33
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*A/15.L*
*Eran los estoicos personas de lógica. Usaban la razón para dominar su
mente y controlar su vida.*Sabían en cada situación lo que sí y lo que ...
Hace 5 horas
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